Ésta noticia que parece de ciencia ficción se encuentra
tomando fuerza en todo el mundo deportivo.
El “Cooling Glove” es un concepto que ya tiene doce años de
desarrollo en la
Universidad de Stanford y que ha arrojado resultados
positivos en todas sus pruebas.
Como podrán ver en las imágenes sigue siendo un concepto rudimentario ya que aún no se ha logrado crear un dispositivo portátil cómodo para el usuario.
Los videos que difundió la Universidad y la gran cantidad de datos experimentales recolectados por sus investigadores pueden seguirse en la web oficial de Standford.
Explicación
El “Cooling Glove” o guante de enfriamiento comienza a ganar seguidores y
ser considerado como una buena opción para los deportistas.
Investigadores de la
Universidad de Stanford encontraron que este aparato aumenta
el rendimiento deportivo y afirman que incluso es mejor que los esteroides.
El guante controla la temperatura del cuerpo a través de la palma de la mano
y los resultados que ha arrojado son positivos.
De manera natural, el cuerpo desprende calor en extremidades
donde no se tiene cabello, una de ellas son las palmas de las manos.
Los biólogos H. Craig Heller y Dennis Grahn diseñaron un
guante que refrigera rápidamente la sangre que circula en la mano reduciendo la
temperatura corporal con gran eficacia.
El guante refresca los músculos, permitiendo a los
deportistas no caer en la fatiga y seguir dando su mejor esfuerzo.
En 2004, en la propia Universidad de Stanford se dio a
conocer que se ayudó a un levantador de pesas aumentar su capacidad de
levantamientos de 180 a
600 en el mismo período de tiempo después de seis semanas de entrenamiento.
Una década de pruebas
Los beneficios del guante de enfriamiento se remontan a una década atrás. En
2002 la BBC
informó sobre sus efectos asombrosos y el New York Times lo catalogó como una
de la mejores ideas del año.
Heller y Grahn iniciaron su empresa AVAcore Technologies, cuando sólo habían
lanzado la primera versión comercial de su dispositivo con un costo de 3 mil
dólares.
El “refrigerador de burbujas de vacío”, que contaba con una batería era
utilizado por los 49’s de San Francisco en sus prácticas.
Pero el nacimiento de esta idea se dio en 2000, cuando los profesores
fundaron AVAcore y presentaron una patente. Desde hacía varios años ya
trabajaban en este proyecto.
Si bien este nuevo modelo no es diferente al original en su concepto básico,
tiene una forma más elegante y su enfriamiento es más eficiente.
Otros datos de laboratorio Grahn y Hellers confirman los beneficios de la
tecnología, al menos en las condiciones adecuadas. Para un experimento, los
miembros del equipo de futbol Stanford realizaron sprints en el campo de juego.
Posteriormente usaban los guantes de enfriamiento.
Cuando se estaba a una temperatura ambiental de 22 grados centígrados, los
guantes hicieron poco para mejorar el rendimiento. Pero un día de 35 grados,
ayudaron a mitigar la fatiga. Los jugadores recorrían más distancia antes de
cada silbato.
El guante aún no se comercializa, pero según sus creadores hay interés de
algunos equipos por probarlo y ver los resultados que puede arrojar.
Mientras se realizan los últimos experimentos y se decide poner a la venta
el guante, las posibilidades de “enfriar el cansancio” de manera legal y sin
tener que usar sustancias dopantes siguen creciendo.
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