Una de las participantes del último Ironman de Hawaii, BethAnn Telford, lucha hace ocho años contra un tumor cerebral. Pero la mujer sigue compidiendo y ganando vida gracias a su pasión.
Pasó el Ironman de Hawaii. Pero lo que no pasó es la historia de BethAnn Telford, una de las tantas que se animó a participar en la mayor distancia del mundial de triatlón. BethAnn es una mujer que trabaja en el Pentágono de Estados Unidos, que ama el deporte y que hace ocho años viene luchando contra un tumor cerebral.
No hubo obstáculo que la frenara. A pesar de sus intensos dolores y de sus permanentes tratamientos, completó el ironman. Es decir, atravesó 3,8 kilómetros a nado, 180 en bicicleta y 42k de carrera. Como para no llorar al cruzar la meta...
No hubo obstáculo que la frenara. A pesar de sus intensos dolores y de sus permanentes tratamientos, completó el ironman. Es decir, atravesó 3,8 kilómetros a nado, 180 en bicicleta y 42k de carrera. Como para no llorar al cruzar la meta...
Su historia más difícil, revelada por el Washington Post, empezó en 2004, en el medio de un maratón. En el kilómetro 27, BethAnn comenzó a tener una visión borrosa y estuvo a punto de desvanecerse: “Me empezó a doler mucho la cabeza y sólo veía luces”, contó.
"esperanza" - Sus tatuajes en ambas muñecas |
Después de ese momento, tuvo varios días en los que se olvidaba de todo, incluso del lugar en el que vivía. Se sometió a varios estudios. Y la peor noticia le llegó en forma de diagnóstico médico: tumor en el lóbulo frontal izquierdo.
En los últimos ocho años, ha soportado dos cirugías cerebrales. Ahora el cáncer le ha llegado a la vejiga, con lo cual se espera que le realicen nuevas intervenciones.
Telford debió aprender a caminar de nuevo. Aprendió a ver de nuevo, ya que había perdido la vista su ojo izquierdo. Aprendió a hablar de otra manera. Y aprendió a competir. En Hawaii tuvo una terapia de pasión. Una terapia de triatlón.
En los últimos ocho años, ha soportado dos cirugías cerebrales. Ahora el cáncer le ha llegado a la vejiga, con lo cual se espera que le realicen nuevas intervenciones.
Telford debió aprender a caminar de nuevo. Aprendió a ver de nuevo, ya que había perdido la vista su ojo izquierdo. Aprendió a hablar de otra manera. Y aprendió a competir. En Hawaii tuvo una terapia de pasión. Una terapia de triatlón.
Pueden conocer más de esta fabulosa mujer entrando a su sitio http://www.teambt.org/photogalleries.html y si quieren apoyar su lucha pueden hacer una donacion.
Fuente: Diario Olé, Washington Post y Team BT
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