Este artículo recopilado de varios publicados en la revista Runners por prestigiosos expertos en
el tema puede ser de gran utilidad para quienes frecuentemente sienten estrés
al entrenar, temor antes de las carreras o simplemente han dejado de sentir pasión
por lo que hacen.
Que pasa cuando sentimos estrés, presión, falta de ganas de entrenar, etc?.
Primero que nada debemos entender que no somos máquinas, que somos individuos que tienen (más allá del deporte) preocupaciones, presiones, responsabilidades, etc.; y que todo esto afecta nuestro rendimiento.
A continuación veremos como se comporta nuestro cerebro y nuestras hormonas ante el estres, la ansiedad, el miedo, etc.
CUANDO EL CEREBRO NOS AYUDA Y CUANDO NOS PERJUDICA?
Una parte de nuestro cerebro que gobierna la respuesta a la
ansiedad es la amígdala cerebral. La amígdala forma
parte del sistema límbico (término últimamente en desuso por su imprecisión), y
su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones
emocionales.
Según el psiquiatra
Michael Lardon , autor del libro Finding Your Zone: Diez lecciones principales
para lograr el máximo rendimiento en el deporte y la vida. El cuerpo amigdalino reacciona rápidamente a
las amenazas, así que si usted ve un perro suelto en la calle, le dice a sus
glándulas suprarrenales que liberen adrenalina y cortisol y que aumente el
bombeo de sangre y azúcar a los músculos.
También se apaga su sistema inmunológico y digestivo para que su cuerpo pueda
centrarse en la huída. Si usted recibe un pequeño empuje de estas hormonas en
el momento adecuado, como por ejemplo en la definición de una carrera se puede
obtener ventaja de esta reacción (por el mayor flujo de sangre y el estado de
alerta), dice el Dr. Lardon.
El problema es que la amígdala también puede activar otra
parte de su cerebro, la corteza prefrontal, que está a cargo de la toma de
decisiones y las riendas de los impulsos y emociones. Y puede iniciar asi el
temido proceso de temor temprano que a muchos afecta los días anteriores a una
carrera llenándolos de dudas, preocupaciones, etc.
Según Lardon cuando
una respuesta de estrés persiste, puede interferir con la digestión
(disminuyendo la energía del atleta), la inmunidad (por lo que se enferman con
más facilidad), y el sueño (por lo que sus músculos no se recuperan tan bien).
Y si usted es propenso a quedar atrapado
en este estado preocupante, es más propenso al desgaste, las enfermedades y
lesiones.
ANTICIPARSE AL MIEDO Y SACAR PROVECHO DE EL
Para evitar que el estrés tenga un impacto negativo en su
rendimiento, es necesario poner las sensaciones de temor que se perciben
usualmente – aumento del pulso, falta de aire, dolor de estómago, inquietud
general - en un contexto positivo y no entrar en pánico cuando usted los
experimenta, dice Greg Norman, Ph. D., un neurocientífico que estudia el estrés
en la Universidad
de Chicago. Dígase (y repítase hasta el hartazgo) a sí mismo que estos
sentimientos indican que usted está entusiasmado/emocionado y comprometido y
que se preocupa por su carrera.
Para las personas propensas a sufrir este tipo de tensiones
y miedos pre competencia; saber que estas sensaciones son normales y darles un
enfoque positivo seguramente redundará en beneficio a la hora de la
competencia.
Greg Norman revela tambien que las hormonas elevadas por el
estrés pueden mejorar el rendimiento en el corto plazo (cuando sucede antes de
una carrera) o disminuirlo en el largo plazo (cuando nos afecta por un período
extenso de tiempo). Todo depende de que te guste o no la actividad que te está
causando la ansiedad. El estrés en un trabajo que te apasiona podría afectarte
de manera muy diferente al estrés en un trabajo que solo haces para pagar las
cuentas.
Entonces, ¿cómo hacer que tus hormonas del estrés beneficien tu carrera?
"Hay que encontrar “la zona” donde se equilibra el desafío con su
habilidad, energía y concentración", dice el Dr. Lardon. Si usted está
constantemente haciendo lo mismo a un ritmo demasiado fácil, lo más probable es que termine
aburriéndose o sintiéndose insatisfecho.
Del mismo modo, si sus objetivos de rendimiento son demasiado ambiciosos
y fuera de su alcance, su cuerpo y mente entrarán en un terreno peligroso y
probablemente se llene de estrés, lesiones, etc.
ESTIMULAR NUESTRO CEREBRO
Así como nuestro cuerpo necesita entrenamiento para mejorar
en la competencia, nuestro cerebro también necesita estímulos positivos para
acompañar e impulsar los progresos físicos.
Usted puede ayudar a su cerebro animándolo a producir
dopamina, un neurotransmisor que produce sensación de bienestar y que está comprobado que se libera cuando se
intenta algo nuevo y un poco arriesgado, dice Steven Kotler, cofundador del
Proyecto Genoma Flow y que estudia la neurobiología de máximo rendimiento.
"Nuestros antepasados tuvieron que correr por terrenos desconocidos todo
el tiempo para cazar, y el cerebro les dio recompensas por asumir ese
riesgo", dice. "Este sistema neuroquímico de recompensa es el mismo
que funciona en la actualidad, pero tenemos que descubrir nuevas maneras de
estimularlo." Correr con gente nueva, explorar una nueva ruta o
camino, hacer una actividad nueva,
entrenamiento cruzado, etc. Estar pegado solamente al reloj probablemente no
genere estímulos positivos si se sostiene por demasiado tiempo-
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