LAS TERMAS, Río Hondo (C)
Hace un tiempo, Rémi Pérez abrió una caja que contenía varias fotos familiares. En una de ellas se vio cuando tenía cinco años, acompañado por tíos y su abuela Alicia González, en el barrio Usina de Las Termas donde su mamá se crió y residió hasta los 35 años.
Por azares del destino, su madre decidió viajar a Francia, casarse y formar su familia donde nació él y su hermana Alice. Cuando Rémi conoció a su familia materna en Las Termas cuando tenía cinco años y nunca más pudo regresar. Hoy tiene 27 y en una travesía motivada por amor recorrió en bicicleta 12.000 kilómetros, desde Francia para reencontrarse con su abuela Alicia, que a sus 85 años recibió el mejor regalo que podía esperar.
La misión cargada de sentimientos de este joven oriundo de Nilvange movilizó a toda la familia Mediavilla y a los vecinos del barrio Usina. A principio del año pasado, Rémi tomó en sus manos la foto donde estaba su abuela y dijo: ‘Me voy a Las Termas en bicicleta a ver a mi abuela y decirle que la quiero mucho’.
Trabajó durante todo el 2012 en un comercio de ventas de bicicleta. Al confiarle su intrépido sueño de recorrer parte de Europa y América latina para fundirse en un abrazo con su abuela Alicia, el dueño de la empresa le regaló una bicicleta y un casco. ‘Mucha suerte Rémi, haremos fuerza para que tengas un excelente viaje y puedas ver a tu abuela’, le expresó su jefe.
Apasionado por el ciclismo, Rémi partió con su bicicleta y las fotos familiares desde su ciudad natal Nil-vange al norte de Francia donde reside con su madre Carmen Mediavilla. Llegó hasta España; luego Lisboa, Portugal, donde tomó un vuelo hacia DF, México, y de allí recorrió Guatemala; Salvador; Honduras; Nicaragua; Costa Rica; Panamá; Colombia; Ecuador; Perú; Chile y finalmente llegó hasta Salta, Argentina.
‘Hice este viaje de sacrificio para decirle personalmente a mi abuela que la quiero mucho, arribé a Las Termas el lunes pasado más o menos a las 10 de la mañana. La última parada fue el domingo cerca de la ciudad de Metán. Salí a las once de la mañana de Metán y pedaleé toda la tarde y toda la noche sin dormir para llegar a Las Termas haciendo 270 kilómetros’, narró Rémi sobre el último tramo.
En estos 15 países que recorrió detrás de su promesa, soportó frío, calor, lluvia, cansancio y calambres. En su mochila solo cargó dos bolsas de dormir, dos mudas de ropa, cámara de fotos y herramientas indispensables para reparar la bicicleta, y el firme deseo de reencontrarse con su abuela.
2 comentarios:
Impresionante!!!
Que buen gesto, cuanta valentía y autodeterminación!!!
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